Urogallo

Urogallo

La Gran Tetraónida

La semana pasada, aprovechando los mejores días de celo de la especie, disfruté junto a nuestro buen amigo Luis Miguel y al experto en la especie Javi Montes de la aventura fotográfica del Urogallo en el corazón del Pirineo Leridano.

El despertador sonó esta vez a las seis de la mañana, nos esperaban cerca de seis horas de carretera para acercarnos a uno de los escasos valles pirenaicos que aún albergan en sus bosques a los últimos Urogallos.

Una vez en destino, comimos de forma ligera y nos reunimos con el guía a las 15:30h. Fuimos cuatro los afortunados que esa tarde de jueves subimos en 4×4 por una pista forestal al punto más cercano al «cantadero».

Desde allí, iniciamos un corto pero duro ascenso por un estrecho sendero. Tras una hora de acercamiento, y después de salvar un desnivel de aproximadamente 250 metros con pendientes cercanas al 20%, llegamos a una de las mejores localizaciones para fotografiar el urogallo al amanecer en Pirineos.

Experiencia fotográfica urogallo

A las seis de la tarde cada fotógrafo ya estaba en el interior de su aguardo, donde subes cargado con todo lo necesario para esta aventura fotográfica: ropa de abrigo, bebida, comida, equipo fotográfico y un buen saco de dormir.

La temperatura media por la noche a esa altitud -2.000 metros- durante el mes de mayo ronda los cero grados. Nosotros tuvimos suerte y aquella noche el termómetro no bajó de 8ºC.

A la hora y media de estar ocultos en las pequeñas tiendas de campaña ubicadas estratégicamente al lado de los diferentes «cantaderos», un precioso urogallo llegó volando y se posó a escasos 8 metros a la derecha de mi posición.

Escuchas su llegada como si un «pequeño helicóptero» entrase a toda mecha volando al corazón del bosque. De inmediato supe que era él: el urogallo que a la mañana siguiente tendría la posibilidad de fotografiar con las primeras luces.

El urogallo estuvo «canturreando» en una rama a media altura mientras atardecía. No hice ni intención de fotografiarle. Era la primera vez que veía un urogallo en su hábitat, me dediqué simplemente a observarlo y escucharlo.

Esperé con paciencia a ver si el urogallo bajaba del árbol para familiarizarme con su comportamiento, sus movimientos, gestos… pero no hubo suerte.

Después de estar hora y cuarto comiendo las acículas del pino negro, pegó un corto y potente vuelo, eligiendo otro lugar cercano para dormir. Se posó en esta ocasión a la izquierda de mi escondrijo y allí pasó la noche.

Ya sin luz natural, poco quedaba por hacer aquella tarde: cerré las ventanitas de la pequeña tienda de campaña, pegué los velcros y con la ayuda de la luz tenue de la pantalla del móvil me apañé para cenar de forma ligera, abrigarme y preparar el saco de dormir.

A pesar de las incomodidades, lo mejor de todo es que no necesitas programar el despertador para la mañana siguiente: el urogallo se encarga de tocar diana antes del amanecer.

Dormí poco. Se escucharon pisadas y ruidos cercanos a la tienda. En este valle deambulan ejemplares de oso pardo, por lo que hay que estar atentos; la incomodidad del pequeño escondrijo, las bajas temperaturas y los nervios son un cóctel perfecto para mantenerte en un relajante «duermevela».

A las 04:30h de la mañana, el urogallo empezó a cantar. Me resultaba familiar su repertorio por tantos y tantos documentales que había visto en televisión, pero me sorprendió en directo por un menor volumen al que yo esperaba escuchar de madrugada en el silencio del bosque.

Abrí con mucho cuidado el ventanuco de la izquierda, de donde procedía el sonido del urogallo, pero a esa hora no se veía ni torta. Decidí esperar otro ratito dentro de la tienda, completamente a oscuras, evitando ruidos y movimientos bruscos, hasta que fuera hubiese un mínimo de claridad compatible con la luz necesaria para poder enfocar y obtener las primeras fotos del urogallo.

A las 05:30 de la mañana abrí de nuevo el ventanuco de la izquierda, y muy despacito coloqué cerca el trípode, monté el equipo y cubrí con la tela de camuflaje el teleobjetivo. Comenzó una breve espera…a los diez minutos vi algo que se movía por el suelo con su cola abierta en forma de perfecto abanico de 180 grados. Me sentía afortunado por tener delante de mí a uno de los poquitos urogallos que sobreviven en la Península Ibérica.

Las condiciones de luz aún eran poco favorables, en la espesura del bosque -antes de amanecer- la luz era muy escasa. Tuve que exprimir al máximo el equipo abriendo a tope el diafragma de la lente (f2.8), forzando niveles de ISO elevados con los que nunca suelo trabajar (6.400) y aún así la velocidad no superaba 1/60 segundos. Solamente el ligero movimiento de la cabeza y cuello del urogallo al cantar hacía que la mayoría de fotos fueran inservibles.

Al cabo de media hora el urogallo pegó un corto vuelo y se aproximó a unos 10 o 12 metros del hide. La luz era algo mejor y en ese momento pude disfrutar de la belleza del plumaje del macho de urogallo, lo que me permitió hacer algunas fotos decentes.

Entonces el macho empezó a rozar las puntas de sus alas en el suelo. Poco después, como nos había advertido nuestro guía el día anterior, apareció una hembra en escena.

Y como en nuestra especie, ella hizo de él lo que quiso: «se lo llevó al interior del bosque» y lo puso fuera de ángulo de disparo. Eran las 07:23h de la mañana. Desde las 8:00h y hasta las 10:30h estuvimos escuchándolo cantar muy cerquita, esperando que entrase de nuevo al cantadero para poder aprovechar las mejores luces.

Pero nuestro urogallo, un precioso macho adulto con el plumaje perfecto, no volvió a dejarse ver. Habrá que volver a visitarle pronto, y si es posible, con aquel paisaje nevado. Una experiencia dura la de fotografiar al urogallo en su hábitat, pero sin duda inolvidable.

Las condiciones para disfrutar de este hide fotográfico son pocas, claras y estrictas: permisos administrativos reglamentarios, respeto máximo a la especie, ninguna molestia innecesaria, se accede un par de horas antes de que los machos acudan a dormir a las inmediaciones del cantadero al atardecer, se duerme en la montaña y la sesión termina a la mañana siguiente cuando el guía comprueba que ya no quedan urogallos en los cantaderos y viene a sacarte del hide aproximadamente a las 10:30h.

Primeras fotos de urogallo tomadas antes de amanecer: f2.8 / ISO 6400 / 1/60

Tetrao urogallus

El Urogallo (Tetrao urogallus) es un ave silvestre de la familia de los faisanes y las gallinas –«gallináceas»– que habita en bosques de coníferas en Europa y Asia.

Se trata del ave de mayor tamaño dentro de la subfamilia de las tetraónidas. En Europa, el Urogallo convive con otros 5 representantes de esta subfamilia:

  • El Urogallo
  • El Lagópodo Escandinavo y su variante escocesa
  • La Perdiz Nival
  • El Gallo Lira
  • El Gallo Lira Caucasiano
  • El Grévol

En la península ibérica disfrutamos de los últimos ejemplares de dos subespecies de Urogallo:

  • Tetrao urogallus «cantabricus», cuya población reside en los bosques mejores conservados de la Cordillera Cantábrica, en el corazón de las montañas asturianas, leonesas y cántabras
  • Tetrao urogallus «aquitanicus», que extiende su hábitat por ambas vertientes de Pirineos

Es difícil concretar una cifra mundial de la población de la especie por la ausencia de censos en muchos de los países donde habita y por las complicaciones para acceder en muchos casos a su hábitat en recónditos bosques de alta montaña.

En el año 2019 el Ministerio para la Transición Ecológica hizo público un Censo del Urogallo Cantábrico estimándose una población de 292 ejemplares para esta área concreta de la Península Ibérica, concentrándose el 80% de la población en las comarcas leonesas del Alto Sil y Omaña. En los últimos 30 años se ha perdido el 70% de la población de la especie.

En la vertiente sur de Pirineos la población de urogallo ha caído de forma abrupta (-35%) durante las últimas dos décadas. A principio de los años 80 se estimaba una población de casi 950 machos en Navarra, Aragón y Cataluña, mientras que los censos del año 2001 estimaron únicamente 689 machos, la mayor parte de los cuales se encontraban en el Pirineo Catalán (500 ejemplares).

En el Pirineo Aragonés (80 machos) y Navarro (15 machos), el destino de la especie parece ya encontrarse irremisiblemente al borde de la extinción.

La primera media hora el urogallo se mantuvo a una distancia lejana del hide

Identificación

¿Sabrías reconocer al Urogallo?

Si no lo tienes claro, échate un vistazo a la galería fotográfica de fauna de nuestra web, que hemos actualizado esta semana tras la sesión fotográfica de urogallo realizada el 20 de mayo de 2022 en el pirineo leridano.

El macho de urogallo fotografiado por «La Cámara Viajera» hace unos días en Pirineos lucía un perfecto plumaje adulto. En este otro enlace te dejamos información completísima de «Seo-Birdlife» sobre su identificación, hábitat, reproducción y principales amenazas a día de hoy.

De cualquier manera, te dejamos aquí un buen resumen con las características principales de la especie:

  • El urogallo macho muestra un plumaje en el que predominan tonos oscuros, negros y gris pizarra, con una llamativa banda pectoral debajo del cuello en tonos verdes iridiscentes e incluso azulados dependiendo de la incidencia de la luz; luce alas en tonalidades ocres y marrones.
  • Entre el plumaje oscuro arriba descrito aparecen pequeñas manchas salpicadas de color blanco en las alas y cola.
  • Su rasgo más diferencial y lo que le hace inconfundible al urogallo macho son las largas plumas oscuras de la cola con pequeñas manchas en tonos blancos, que forma un perfecto abanico de 180º durante el cortejo.
  • Posee un corto pero fuerte pico de color crema, barba negra corta, y cejas de color rojo intenso.
  • Patas emplumadas en tonos de color gris.
  • La hembra de urogallo es muy diferente al macho, con un acusado dimorfismo sexual: es un 40% menor en tamaño y con plumaje donde predominan las tonalidades pardas, cremas, marrones y anaranjadas con tramas moteadas y barradas. El camuflaje perfecto para pasar desapercibida especialmente durante la incubación y cría de sus pollos (anidan en el suelo).
  • Canto: especie bastante silenciosa, aunque durante el celo, el macho emite un canto a bajo volumen en diferentes y consecutivas fases: “tac”, “castañueleo”, “taponazo” y “seguidilla”. Durante nuestra espera en el hide también escuchamos el canto de la hembra, un «cloqueo» suave y repetitivo.
  • La altura de los machos en la Península Ibérica ronda de media los 90-95 cm (60-70cm la hembra), si bien han sido observados ejemplares en el norte de Europa y Rusia que pasan sobradamente del metro de longitud.
  • La envergadura -en vuelo con alas extendidas- puede superar los 125 cm.
  • Peso medio del macho de urogallo: entre 4 y 5 kg (2 kg las hembras).

Alimentación

  • La dieta invernal del urogallo es exclusivamente vegetariana: se basa en acículas de coníferas, excepto en los bosques caducos de la cordillera cantábrica, donde consume hojas de acebo y brotes de abedul, brezo, helechos y hayas.
  • Estos alimentos son muy poco nutritivos, lo que obliga a los urogallos a permanecer inactivos gran parte del tiempo para no consumir energía.
  • El resto del año se alimenta sobre todo de hojas, brotes y frutos de arándano, planta que además proporciona cobijo y orugas a los pollos.
  • La relación entre el urogallo y las arandaneras es muy estrecha: son rarísimas las poblaciones de urogallo en áreas donde no se da esta planta.
  • Otras plantas en la dieta del urogallo son: el enebro, la zarzamora, el boj y el rododendro.

Ciclo reproductor

  • El urogallo es una especie polígama: el macho copula con varias hembras al día durante la época de celo.
  • El celo del urogallo se produce durante el mes de mayo: los machos acuden a rincones ancestrales del interior de bosques de coníferas llamados «cantaderos» o «leks», y desde allí -con sus cantos, pavoneos y aleteos- atraen a las hembras.
  • Durante los primeros días, el celo es muy discontinuo, cantando principalmente en árbol y sin bajar al suelo.
  • Con el paso de las jornadas aumenta la intensidad del celo, coincidiendo su clímax -en Pirineos alrededor de la tercera semana de mayo- con la llegada de las hembras a los cantaderos, siendo entonces muy frecuente el celo de suelo, acompañando el canto con un complejo lenguaje corporal.
  • Cuando es necesario, el macho utiliza su fuerza y agresividad para defender su territorio de otros machos.
  • Durante el cortejo, el macho de urogallo se exhibe en el suelo cantando con la cola desplegada en forma de abanico, la cabeza levantada, el cuello hinchado, la barba erizada y las alas caídas, que arrastra y roza con el suelo cuando las hembras están cercanas. Suele combinar canturreos con pequeños saltos y aleteos para atraer a las hembras.
  • Las hembras visitan los cantaderos con objeto de seleccionar macho, ser fecundadas y poder iniciar así el período de incubación y cría de los pollos.
  • Después de las semanas de cortejo y las cópulas, toda la responsabilidad y cuidado en la crianza de los pollitos de urogallo es tarea exclusiva de la hembra.
  • La hembra de urogallo construye un sencillo nido aprovechando cualquier ligera depresión del suelo en la espesura del sotobosque —muy a menudo al pie de un árbol— y lo tapiza con musgo y plumas.
  • Allí depositará entre 6 y 10 huevos de color crema con algunas manchitas y rayas de color marrón, 55mm de tamaño.
  • Tras una incubación de 26 días, nacen los pollos, aunque normalmente zorros y jabalíes impiden que muchos huevos eclosionen.
  • Al igual que en otras galliformes, los pollos son muy precoces y al poco de nacer siguen a los padres y comen por sí solos, volando con torpeza a las dos o tres semanas y con cierta agilidad a partir de los dos meses.
  • Hasta el otoño -septiembre- seguirán a la madre, por lo que al final del verano es la mejor época para determinar el número de pollos que salen adelante, una cifra muy variable cada año, con valores recientemente observados en España que se sitúan entre un raquítico 0,14 y un máximo de 2,25 ejemplares por nido.
  • Las jóvenes hembras ya serán capaces de criar a la primavera siguiente a su nacimiento, pero los machos deberán esperar hasta su tercer año.
  • En condiciones normales, se calcula una supervivencia adulta del 60%, con machos que han alcanzado los 14 años de edad en la naturaleza y los 18 años en cautividad.

Desde La Cámara Viajera te animamos a que colabores con nosotros para la conservación de este tesoro faunístico y su hábitat natural. Durante los próximos meses nos encantaría ser socios colaboradores de «Seo Birdlife» y «Tetrao», de la misma forma que ya lo somos de la «F.C.Q».

Distribución

El urogallo se distribuye desde el norte de España, pasando por Escocia y algunas regiones alpinas del centro de Europa hasta alcanzar Siberia, manteniéndose el grueso de su población en los bosques de coníferas de Escandinavia y Rusia. Se estima una población mundial de entre 5 y 10 millones de ejemplares.

En las islas británicas, centro y sur de Europa se mantienen algunas poblaciones aisladas: Escocia, Picos de Europa, Pirineos, Alpes y Cárpatos. Estas poblaciones reducidas de urogallo quedaron aisladas durante siglos dando lugar a nuevas subespecies que debido a su reducido hábitat se encuentran en grave peligro de extinción.

Como ya indicábamos más arriba, los territorios de urogallo en la Península Ibérica han quedado reducidos a dos grandes áreas: Cordillera Cantábrica (1.700km2) y Pirineos (13.000 km2).

Fuente: Seo Birdlife

El área cantábrica se ha fragmentado a su vez en dos núcleos: el oriental, ocupando los bosques de Riaño, Lillo, Amieva, Ponga, Caso y Aller, donde el número de ejemplares en la actualidad es muy escaso; y el núcleo occidental, con poblaciones de la Cepeda, Baja y Alta Omaña, Alto Sil, Cangas de Narcea, Teverga, Degaña e Ibias, con un núcleo reproductor más estable, aunque igualmente con su población en grave declive.

Fuente: Tetrao.org

La población pirenaica de urogallo -hoy en día- forma una población más estable y extensa que la cantábrica, abarcando unos 13.150km2 de área de ocupación.

No obstante, en la vertiente sur de Pirineos -vertiente española- la especie dispone de una distribución mucho más restringida que en la vertiente francesa. En Navarra, por ejemplo, solo queda un pequeño núcleo reproductor en los bosques de Larra.

En Aragón existen dos sectores bien diferenciados con presencia de la especie: los bosques de Jacetania en los Valles Occidentales, donde el ave está a punto de extinguirse, y un sector de ocupación más amplio en la Ribagorza y Sobrarbe, conectados de manera directa con la población catalana y francesa.

Cataluña dispone de la mayor superficie de ocupación en la vertiente sur de los Pirineos con poblaciones en las comarcas de Pallars Sobira, Val de Arán, Alt Urgell, Alta Ribagorca, Cerdanya, Bargueña, Pallars Jussá, Ripollés y Solsonés.

El principado de Andorra dispone de uno de los mejores hábitats para el urogallo de todo el Pirineo, existiendo aves en prácticamente todas las masas boscosas de cierta entidad del Principado.

En la vertiente norte de Pirineos -vertiente francesa-, el urogallo pirenaico ocupa extensos bosques de coníferas, hoja caduca y mixtos de los departamentos de los Pirineos atlánticos, Pirineos centrales, Garona Central, Ariége, Aude y Pirineos occidentales.

Fuente: Tetrao.org

La mayor parte del área de distribución del urogallo pirenaico se encuentra en territorio francés. Las poblaciones españolas, francesas y andorranas de urogallo se encuentran en su mayoría plenamente comunicadas.

Protección y amenazas

A escala global, la población de urogallos parece encontrarse en una preocupante regresión, víctimas en muchos casos de la deforestación y fragmentación de las masas boscosas donde habitan. Su situación actual en España es de «peligro de extinción».

La población de urogallo en los Pirineos y en la Cordillera cantábrica se encuentra en la actualidad en un período de intenso declive demográfico, especialmente acusado en el caso cantábrico, debido fundamentalmente a las siguientes problemáticas para la especie:

  • El urogallo es un ave muy sensible a la alteración de su hábitat: deforestación, fragmentación y reducción preocupante del número de hectáreas de bosques bien conservados, hábitat del urogallo.
  • Los cambios de uso del suelo han modificado la estructura del bosque y de su estrato arbustivo, lugar de alimentación y cría del urogallo.
  • Cambio climático. Puede estar detrás de la reducción del alimento necesario de los pollitos del año.
  • Baja tasa de productividad en su reproducción silvestre: el número de pollitos del año que sobreviven es muy escaso y no compensa la mortalidad de los ejemplares adultos.
  • Aumento de depredadores que atacan a nidos y pollos. La fragmentación de los bosques le obliga a salir a buscar comida a territorios más despejados, donde tiene una menor protección. Sus principales enemigos: zorros, marta, garduña, jabalíes, córvidos.
  • Exceso de herbívoros (ovejas, cabras, vacas, ciervo, corzo, jabalí) que le restan posibilidades en cuanto a su alimentación base (arandaneras y frutos del bosque).
  • Accidentes y choques fatales con tendidos eléctricos, remontes en pistas de esquí y cercas ganaderas y cinegéticas.
  • Molestias en los cantaderos durante la época de celo y cría: turismo de montaña y ornitológico, senderistas, deportes de invierno (esquí de fondo), fotografía de la especie en época sensible de cría o celo.
  • Furtivismo

Algunas medidas interesantes para proteger al urogallo pasarían por:

  • Seguimiento y protección estricta de la especie (ejemplares, nidos, productividad).
  • Cualquier medida que ayude a la protección de su hábitat: bosques bien conservados.
  • Cría en cautividad.
  • Involucrar a todas las CC. AA. que siguen teniendo en sus territorios esta joya de nuestra fauna para que inviertan en educación, divulgación, sensibilización social y complementar dichas inversiones con planes de conservación de la especie.
  • Control y en su caso reducción de los ungulados (ciervo y jabalí) que habiten en los bosques donde críe el urogallo.
  • Mejor señalización de tendidos eléctricos y cercas de fincas ganaderas y cinegéticas.
  • Prohibición de caza en territorio de urogallo.

¿Quieres verlo en acción?

No podemos acabar esta entrada de nuestro blog dedicada al Urogallo sin recomendarte un vídeo cortito para que veas en acción a la especie en su hábitat.

Podrás contemplar el canto del macho, su cola bien desplegada en forma de abanico, cómo interactúan con otros individuos, peleas entre machos, la entrada de la hembra al cantadero y finalmente la cópula.

Todo un espectáculo que nos regala la madre Natura, cortesía de Javi Montes.

Vídeo cortesía de Javi Montes

Viajes fotográficos

Actualmente «La Cámara Viajera» está negociando con diferentes fincas privadas acuerdos para que nuestros «Camarad@s» puedan disfrutar de la inolvidable experiencia de observar y fotografiar algunas joyas de la fauna ibérica en las mejores condiciones, siempre priorizando el respeto y conservación de la especie.

En este tipo de experiencias temáticas exclusivas de pocos días y para muy pocos afortunados no te tendrás que preocupar absolutamente de nada, solamente de disfrutar de los talleres prácticos de fotografía de fauna, buen alojamiento, la gastronomía de la zona y otras sorpresas del turismo rural sostenible y respetuoso con el medio ambiente.

Tener la oportunidad de fotografiar estas especies en su hábitat es una experiencia realmente única que cualquier amante de la naturaleza debería poder disfrutar al menos una vez en su vida.

Es un sueño hecho realidad para todos aquellos niños que a finales de los años setenta y principios de los ochenta nos sentábamos de forma puntual delante del televisor para ir descubriendo de la mano de Félix Rodríguez de la Fuente algunas de las especies emblemáticas de la fauna ibérica.

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2 comentarios en “Urogallo”

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